5 oct 2008

Taiko

Bue, para variar un poco vamos a postear algo. Aunque suelo tener tiempo, últimamente ando muy vago y no me dan ganas de postear, la verdad que lleva su tiempo. Pero no desesperen que no por eso voy a dejar de hacerlo.

Antes de pasar al tema en sí del post, les cuento un poco cómo anda mi vida. Por acá lamentablemente ya empezó el otoño y empieza a hacer un poco más de frío. Ya era hora que me tocara, por haber viajado al otro hemisferio tuve 2 veranos seguidos. Además se terminaron las vacaciones y empezaron las clases de nuevo. Está vez, a diferencia del semestre pasado, voy a tomar pocas clases de japonés. El plan original era no tomar ninguna pero por suerte mi profesor del laboratorio me dejó tomar algunas. El resto del tiempo voy a dedicarme fundamentalmente a mi investigación, cosa que hasta ahora casi no había hecho justamente por las clases de japonés.
Por otro lado, el viernes se cumplieron 6 meses desde que llegué a Japón. Según dicen, si uno "resiste" 6 meses es porque logró adaptarse. Por suerte es mi caso, y no es algo que me sorprenda. Para ser sincero, ya antes de venir sabía que iba a ser así. No me fui a un lugar del que no sabía nada, por el contrario me fui a un lugar del cual había escuchado muchas cosas y prácticamente todas resultaron ser ciertas, además de que siempre había querido venir a Japón, claro.

Pasemos al tema de hoy, taiko. El taiko son unos tambores japoneses muy tradicionales y que suelen tocarse en los festivales (matsuri). Hace unos 5 meses se me dio por ir a unas clases gratis que daban para los estudiantes extranjeros de mi residencia. Me gustó bastante y desde entonces estoy yendo a esas clases que son más o menos 1 vez por mes.
Todo esto viene a que hoy hubo un matsuri en un parque que queda cerca de la residencia y tocamos 1 canción (por llamarlo de alguna forma) junto con chicos japoneses, alumnos de la misma profesora de taiko.

Les dejo las fotos y los videos.







El sonido de los videos no salio muy bien y el primer viedo tiene un corte. Bueno, es lo que hay. Al menos se dan una idea.






Además de los típicos puestos de comida que suelen haber en los matsuri, hubo algo que me llamó la atención que fue un concurso de "espanta pájaros". Aunque la verdad que hay uno que no se si era un espata pájaros o qué; por suerte no hablaba, sino lo mataba ahí mismo.